A pesar de ello, consiguió tres victorias consecutivas que permitieron abandonar el último puesto de la tabla, antes de dar paso al interino Vicente Gimeno en la jornada catorce, hasta la llegada de Heriberto Herrera un mes después, que dejó al club el décimo clasificado. Al comienzo de la campaña 1957-58, Badía se marchó y una gestora se encargó del control hasta la llegada de Lorenzo Machado Méndez. Así, clasificó primera del grupo, logrando 10 puntos en los 4 partidos.